Lo más importante, que ha quedado en el interior de todos, es lo que hay detrás de todos estos hechos, la vivencia de jesuitas, colaboradores, amigos y familiares, de haberse podido encontrar con un hombre excepcional, por sus cualidades humanas y religiosas que con sencillez, claridad y mucho humor, ha sabido renovar nuestra ilusión por seguir siendo "servidores en la misión de Cristo" comos las "jirafas", con un corazón grande y una visión elevada y amplia.